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¡Plástico Fantástico! – La alegre revolución en los hogares de los años 60 y 70

En la década de 1960, no solo cambiaron la moda, la música y el estilo de vida: la cocina también evolucionó. Donde antes predominaban la cerámica, el vidrio y el metal, apareció un nuevo material que parecía capaz de todo: el plástico. Ligero, práctico, colorido y económico, se convirtió en el símbolo mismo del progreso. El diseño en plástico representaba un estilo de vida moderno, combinando comodidad y elegancia, y pronto llegó a casi todos los hogares holandeses.

Nuevos colores, nuevas formas

El plástico, literalmente, trajo color al hogar. Tras décadas de vajillas discretas y utensilios de cocina sobrios, llegó el arcoíris a la mesa: naranja brillante, verde lima, amarillo limón y azul celeste. Los diseñadores de la nueva era del plástico se inspiraron en la exploración espacial y el arte pop, estilos que encarnaban modernidad y optimismo.

Donde el vidrio y la cerámica eran frágiles, el plástico ofrecía libertad: contornos redondeados, formas apilables, líneas suaves y combinaciones audaces. Los comedores se volvieron más lúdicos, las mesas de picnic más alegres y los armarios de cocina adquirieron un aspecto contemporáneo y elegante.

Marcas icónicas que hicieron historia

Marcas como Tupperware, Emsa y Curver se convirtieron en pioneras de la revolución del plástico en los años 60 y 70. No solo dieron forma a productos, sino también a una nueva forma de vivir el día a día, celebrando la practicidad, el color y el optimismo.

• Tupperware ya había conquistado los hogares estadounidenses en los años 50 con sus recipientes herméticos, y llegó a Europa gracias a los famosos Tupperware Parties. Estas reuniones combinaban sociabilidad con innovación y ofrecían a las mujeres un nuevo papel económico.
   
• La marca alemana Emsa presentó artículos funcionales pero elegantemente diseñados: termos, bandejas de aperitivos y accesorios de mesa. Sus diseños eran conocidos por su durabilidad y paletas de colores alegres, fácilmente reconocibles para quienes crecieron en una cocina de los años 70.
   
• La marca holandesa Curver se convirtió en sinónimo de accesorios de cocina retro, prácticos y modernos: escurridores de ensalada, cajas de costura, hieleras y soportes para botellas. Diseños funcionales que equilibraban perfectamente simplicidad y diversión.

Otras marcas como Melitta y Brabantia también se unieron al movimiento: un soporte de filtro de café de plástico o un asa de plástico en una lata de pan metálica —pequeños objetos, pero significativos símbolos de modernidad.

El encanto de los accesorios cotidianos
La fuerza del diseño plástico vintage no residía en el lujo, sino en lo cotidiano.
Un escurridor de ensalada hacía que preparar la comida fuera fácil y divertido. Las bandejas de aperitivos aparecían en cumpleaños, llenas de cubos de queso, cebollitas en vinagre o frutos secos. Las hieleras acompañaban a la playa o al camping, símbolo de libertad en una era de vacaciones en coche.

Incluso los objetos pequeños —una bandeja de escritorio, un huevo pastel o un bol Tupperware de los años 70— irradiaban optimismo y alegría. Era un diseño accesible, pensado para todos.

La forma sigue a la función… con diversión
La filosofía de diseño de la época seguía el lema: la forma sigue a la función. Pero el diseño plástico añadía un extra: diversión.
Los objetos podían ser coloridos y alegres, siempre que fueran prácticos. Ese equilibrio convirtió al plástico en un icono de la vida moderna. En los cuencos redondos de Emsa o las formas características de Curver se encontraba la promesa de comodidad sin aburrimiento.

Plástico con alma
Hoy apreciamos este legado con renovado entusiasmo.
Lo que antes era “ordinario” ahora es diseño vintage con alma. Su durabilidad no reside en el material —el plástico no es biodegradable— sino en su reutilización. Un bol de aperitivos de 1972 que aún cumple su función demuestra que un buen diseño resiste el paso del tiempo. Además, evoca recuerdos de días despreocupados: una tarde de domingo con limonada y cacahuetes, la lonchera escolar o un picnic con la hielera en el asiento trasero.

De entonces a hoy
En la categoría Plastic Design de Retro & Design encontrarás estos iconos coloridos: artículos auténticos de los años 60 y 70 de Tupperware, Curver y Emsa, recordándonos un tiempo en que el diseño era práctico y optimista.

El diseño plástico fue más que una tendencia: una forma de pensar. Una filosofía que mostraba que la vida podía ser más brillante, ligera y colorida. Quizás por eso todavía lo amamos hoy.

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